Fue seleccionado a través de un concurso ganado por Graciela Edith Cravero y puesto en vigencia por la Ordenanza Municipal  del 20 de septiembre de 1987.
Posee una forma ojival invertida, con borde superior en punta cortado y mediopartido filiera de sable.
Trae en el primer cuartel, sobre tapiz de plata, en el jefe un lema toponímico de letras capitales romanas de sable. Sobre el horizonte un sol naciente de oro con seis rayos lineales de sable aclarado de oro de mayor longitud, alternados con siete más cortos de lo mismo, cargado con el perfil de un mapa de plata forro de sable con un punto en el extremo superior siniestro.
En el segundo cuartel, sobre tapiz azul celeste, la cabeza de un toro de plata orientada a la siniestra.
En el tercer cuartel, sobre tapiz de plata superior, un arado de mancera de plata con rueda de sable orientado a la siniestra. La mitad inferior tapiz de su color.
En sus ornamentos, en corona abierta, posee dos espigas de trigo de oro unidas por lo bajo por una cinta terciada en faja de azul celeste y plata en moño simple y extremos cortados en triángulo.
El nombre del pueblo sobre el mapa de la provincia, con el punto que indica su ubicación, recuerdan su pertenencia a la misma. El sol naciente es el símbolo de un venturoso porvenir. La cabeza del vacuno simboliza la ganadería y el arado de mancera recuerda a los primitivos colonos inmigrantes que llegaron al pueblo, que por esas épocas se llamaba Agustoni. La riqueza agrícola está representada por las espigas de trigo que siguen el contorno del escudo y su cinta argentina recuerda la pertenencia del pueblo a la nación.